Ayer, muerto de frío de vuelta a casa, leí la columna de Vial en La Segunda. Pese a que no comulgo con la línea política que adopta el historiador cuando habla de contingencia, lo leo con frecuencia, tal como los miércoles parto El Mercurio con la columna del chalado de Hermógenes. Es necesario ver el otro lado, aunque, en el caso de Pérez de Arce, a veces sus postulados de siempre aparecen tan exacerbados, que limitan con el ridículo. Habla con el desparpajo del esquizofrénico que se ve devorado por el personaje que se ha inventado, como Avello en la farándula televisiva. "La voz de los con voz", lo definió genialmente Gumucio en una entrevista de Fibra.
En su columna, basándose en un reportaje de Gazi Jalil Figueroa, el hijo del viejo de TVN, Vial culpa a la Concertación por la tragedia de Hans Pozo. Por suerte, el columnista mantiene ciertos atisbos de objetividad y, en algunos párrafos, endosa la responsabilidad por la falta de educación, oportunidades, etc, a todo el establishment local. Me parece absurdo que, por tener 20 años, Pozo sea consignado como hijo de la Concertación, pues, claro está, su drama está arraigado en nuestra sociedad desde mucho antes que volviera la democracia. Vial se hace el huevón.
Al terminar la columna, pensé sobre el robo de cartera que sufrió la Pina por la tarde, mientras almorzaba con mi suegra en un restorán de Providencia. Por lo poco que entendí, entre medio de anulación de tarjetas, nervios e impotencia, el tipo no era un flaite. De hecho, antes de arrancar disimuladamente con las cosas, aparentó conversar por celular y no tenía mal aspecto. Era un poco mayor que Pozo, pero, de todas formas, según el criterio de Vial, podía ser incluido en la libreta familiar de la Concertación. De acuerdo a la descripción de un testigo del hecho, es probable que haya terminado sus estudios. ¿Quién tiene la culpa, entonces? Sinvergüenzas, canallas, delincuentes, todos, sobrevivirán aunque cambie el gobierno, se cree el Ministerio de Seguridad Pública o salgan 1500 pacos a la calle. Es decir, el culpable es el establishment, como el mismo Vial sugirió quizás por cargo de conciencia. Lo malo es que, casi siempre, la clase media paga el costo.