viernes, abril 03, 2009

BANDA TRIBUTO

No disimulas tu dolor para quienes son capaces de reconocerte. Te corresponde la administración del primer piso, casi vacío a esta hora, cuando todo está dispuesto para que la banda salga al escenario. Mejor ayudar abajo. El walk talkie dirige tus movimientos. Eres más flaco que en las fotos. Parte la primera canción. Unas pocas groupies celebran el primer cover del tributo.

No suena mal. Sentado cómodo en el VIP, privilegio que no suelo tener, observo cómo sigues el show. Supongo que jamás te gustó Bon Jovi. Si le compraste esa entrada a Iron Maiden, seguro te hubiese gustado acompañarla. Probablemente tenías que estar en el bar. Quizás cuidar a los niños. No recuerdo el día del accidente en la Kennedy. Me parece que fue domingo, pero no estoy seguro. Te veo conversar con mi amigo. Es tu jefe. En realidad, sólo él habla. Tú estás en otra parte. Lejos de todos. Muchos eluden la tristeza refugiándose en el trabajo. No es un mal consejo. Sirve. En un diario, vendiendo zapatillas, repartiendo pizzas, cuidando niños en una piscina pública. Cualquier distracción es útil. Eres la excepción.

La complicidad involuntaria con la juerga en que estamos todos dudo que aporte a la búsqueda de consuelo, sobre todo si es jueves. Seguro los niños están por ahora con abuelos, tíos o primos. Regresarás sin nada a la cama vacía. El lugar donde compartías los sueños con la mujer que amabas, con la que habías recorrido México en un destartalado Kleinbus Volkswagen, con la que reías. Cuesta imaginar tu sonrisa. Eran uno solo y ahora ella se ha multiplicado en otros cuerpos. Ha llevado esa alegría que extrañas a otras familias que esperaban con ansiedad un órgano que asegurara la presencia del ser querido. Fue tu decisión. En segundos donde cuesta asociar ideas, regular filtros, dimensionar los alcances de lo que está ocurriendo, no te despegaste de la fidelidad que se tenían y cumpliste su deseo de ser donante. Hoy ha muerto el niño Cruzat porque en Chile hay poca gente como tú. Anoche pude darte la mano al despedirme de tu jefe, pero justo surgió un llamado del aparato.
De todas formas, me llevé mucho más que un saludo sin que siquiera te enteraras.

1 Comments:

Blogger Tzade said...

Qué alegría reencontrarte y leerte de nuevo.

6:10 p. m.  

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