jueves, noviembre 30, 2006

LA VIDA DE UN PERIODISTA

Me acaban de notificar que mi pega se asemeja a la de las putas.

1. Generalmente trabajas hasta tarde. ¡Como las putas!
2. Generalmente eres más productivo por la noche. ¡Como las putas!
3. Te pagan para mantener al cliente feliz. ¡Como las putas!
4. Cobras por hora, pero tu tiempo se puede extender hasta que termines. ¡Como las putas!
5. Si eres bueno, nunca te reconocen lo que haces. ¡Como las putas!
6. Te compensan mal por satisfacer las fantasías de tus clientes. ¡Como las putas!
7. Es difícil tener y mantener una familia. ¡Como las putas!
8. Cuando te preguntan que haces en tu trabajo no lo puedes explicar. ¡Como las putas!
9. Tus amigos se distancian de ti y solo andas con otros iguales que tú. ¡Como las putas!
10. Evalúan tu "capacidad" con horribles pruebas. ¡Como las putas!
11. El que paga siempre quiere pagar menos y encima quiere que hagas maravillas. ¡Como las putas!
12. Cada día al levantarte dices "¡NO VOY A HACER ESTO TODA MI VIDA!" ¡Como las putas!
13. Sin conocer nada de su problema, los jefes esperan que les des las soluciones que necesitan. ¡Como las putas!
14. Si las cosas salen mal es siempre culpa tuya. ¡Como las putas!
15. Tienes que brindarle servicios extras a tu jefe, amigos y familiares.¡Como las putas!

lunes, noviembre 20, 2006

EL HOMBRE QUE VENDIO MI FUTURO


Frente a frente. ¡Qué sorpresa! Nunca perdí el control como ahora. Tu pasividad, la manera en que desparramas tus 100 kilos en ese sillón prestado, aniquila lo poco que me queda de resignación. El odio se impone, mientras, en la abandonada fábrica de timbres de goma, un par de borrachos discuten sin que, a la altura que nos encontramos, pueda escucharlos para olvidarme del rencor y no romperte la cara como mereces. Se acabó la ternura. Se fueron esos recuerdos en el último asiento de la micro. Alejo Barrios se esfumó, con sus románticos heladeros y los gritos de la barra. Sudo por temor de cumplir con lo que anticipan mis pesadillas. Cagarme la vida no te podía salir gratis, por más que te esfuerces en conseguir mi misericordia con tu cara de niño huérfano. No hay mucha diferencia entre los dos en eso. Es como si no hubieras existido, salvo para arruinar cada cosa que tocaste. Esos destellos de tu “inconciente” e “involuntaria” maldad. A otro con ese cuento. Por lo menos si no tuvieras más de 60 años.
Uno sabe lo que hace. Más si es abstemio como tú. Quizás tomas y no me he enterado. Puede que te hayas aburrido de peregrinar a cuanto templo existe, con free pass para colocarte el gorrito en la sinagoga, envenenarte con la cuchara de comunión de los ortodoxos o guitarrear con los canutos. Ninguno de esos dioses te dará el kino. Ni hará que tu hijo te perdone.
Finalmente desisto. Es hora que te vayas. Ya nos encontraremos otra vez.